Puede que el ácido hialurónico no sea el ingrediente más novedoso de estos tiempos, pero si es cierto que ha sido probado una y otra vez para demostrar que su efecto es realmente efectivo y positivo. Y esto se debe tal vez a que este es una sustancia que está presente naturalmente en el cuerpo humano.

Técnicamente hablando, el ácido hialurónico es un polisacárido de origen natural (hidratos de carbono) en el cuerpo humano y está presente en grandes cantidades en los espacios entre las células de la piel que proporciona la humedad, la gordura, la firmeza y elasticidad a la piel. Está también presente en los ojos y en los espacios de las articulaciones, donde actúa como un lubricante y amortiguador.

El problema con este ácido es que la cantidad disminuye con la edad, especialmente después de los 40. Por esta razón hay un gran interés en este para prevenir los efectos del envejecimiento y se utiliza en múltiples casos. Funciona rellenar labios, rellenar ojeras, respingar la nariz y minimizar las arrugas.

Pero el ácido hialurónico no solo sirve para intervenciones estéticas.Las personas toman o se inyectan, con la ayuda de un profesional, ácido hialurónico para diversos trastornos de las articulaciones. También es utilizado en ciertas cirugías oculares, incluyendo la extracción de cataratas, transplante de córnea, y la reparación de un desprendimiento de retina y otras lesiones en los ojos. Algunas personas también se aplican el ácido hialurónico en la piel para la cicatrización de heridas, quemaduras, úlceras de la piel, o simplemente a hidratación.

Al ser un poderoso humectante se han creado muchas maneras de hacer uso de este como sueros, geles, cremas, lociones y máscaras faciales. Y si bien estos métodos no tienen el mismo efecto que una inyección de ácido hialurónico, realmente funciona y muchas personas optan por hacer uso de estos productos.