Algo está claro. La liposucción no es un sustituto de la dieta equilibrada y el ejercicio. Tampoco es un tratamiento contra la obesidad. De hecho, este popular  procedimiento quirúrgico es usualmente recomendado por cirujanos plásticos a personas sanas, con un peso muy cercano al saludable, pero con depositos de grasa persistentes que no responden al ejercicio. Dichas personas son en definitiva los mejores candidatos. La razón principal de esto radica en que una persona que no cumple con estas características, puede poner en riesgo su vida al someterse a una cirugía de este tipo.

Usualmente las zonas tratadas incluyen muslos exteriores, caderas, cintura y espalda, además de la cara, el cuello, el abdomen, los glúteos, las piernas y los brazos. Pero también es utilizada como medio para tratar condiciones como tumores grasos benignos (lipomas), agrandamiento anormal de los senos en los hombres (ginecomastia o pseudoginecomastia), problemas con el metabolismo de la grasa en el cuerpo (lipodistrofia) y la sudoración excesiva en las axilas (hiperhidrosis axilar).

Pero, ¿en qué consiste como tal la liposucción? el concepto de liposucción es de hecho sorprendentemente simple: como bien se sabe, es una técnica quirúrgica que mejora el contorno del cuerpo eliminando el exceso de grasa de los depósitos situados entre la piel y el músculo. Se requiere para esta, un pequeño tubo de acero inoxidable llamado cánula que está conectado a una bomba de succión de gran alcance y se introduce en la grasa por medio de pequeñas incisiones en la piel. Este tubo se mueve debajo de la piel para lograr atacar depósitos de grasa específicos que al eliminarse permiten moldear el cuerpo. Y aunque la descripción es simple, los cuidados y efectos secundarios no lo son tanto.

Después de un procedimiento como este, el área del cuerpo que fue tratada se envuelve firmemente para ayudar a reducir la hinchazón los moretones y el dolor. Se deben utilizar prendas firmes de ajuste como cintas elásticas, vendas, medias de soporte y fajas especiales durante un tiempo determinado, según la zona del cuerpo que se trató. Es normal que durante varios días drenen liquidos de los puntos donde se realizaron incisiones y es común el recetar antibióticos para evitar infecciones causadas por estos. La mayoría de las personas son capaces de levantarse y moverse tan pronto como termina el tratamiento y después de que los efectos de la anestesia han desaparecido, sin embargo el tiempo de recuperación depende de la zona tratada.

Ahora bien, ¿funciona? Es eficaz en la eliminación de depósitos de grasa en áreas pequeñas, pero si se recupera el peso después de la liposucción, es posible que las acumulaciones de grasa que se han eliminado vuelvan a aparecer en un lugar diferente. Después de la cirugía, algunas mejoras en el contorno del cuerpo suelen ser notables y estas, al desaparecer la inflamación, continúan durante varias semanas o meses. De hecho, los efectos completos de la liposucción pueden hacerse visibles después de varios meses e incluso un año.  Esto sucede porque al extraer grasa, la piel de la zona intervenida puede quedar algo floja y toma tiempo que se endurezca. En términos general, definitivamente funciona, y es estable si se tienen presentes otros cuidados como mantener un alimentación saludable, pues recuerden, la liposucción no ayuda a perder peso, ayuda a moldear su figura.