Por décadas, las personas se han realizado múltiples procedimientos para el rejuvenecimiento de la cara. La mayoría de estos implican cirugías plásticas algo complejas. Sin embargo, en los últimos 10 años el uso de células madres para el rejuvenecimiento temporal facial se ha vuelto muy popular, y esto se debe tal vez, a la eficacia del tratamiento, sobre todo para personas con líneas y huecos profundo en la cara debido a la edad.

El procedimiento de rejuvenecimiento facial con células madres es ambulatorio y consiste en la extracción de  tejido  graso a través de una mini liposucción en la zona abdominal (donde se encuentran entre 100 a 300 millones de células madre) con anestesia local.

La grasa se extrae con una jeringa de 100 a 200cc y luego se somete a un proceso de centrifugado que aísla completamente las células madres del tejido graso. Estas células madres son inyectadas en las zonas donde se requiera estimular la regeneración de la cara.

Lo mejor de las células madres es que por medio de estas, es posible rellenar zonas ahuecadas y de esta forma generar una apariencia más jóven. Los resultados con este tratamiento pueden durar cinco años o incluso más, pero lo mejor es que como la células madres son parte del cuerpo, es imposible que el cuerpo rechace el tratamiento.