El bien conocido botox ha demostrado ser una proteína terapéutica exitosa y valiosa cuando la dosis, la frecuencia del tratamiento y la variedad de condiciones clínicas tratadas son las correctas.Se inyecta este  para tratar ciertas afecciones musculares y cosméticas; eliminar arrugas y líneas de expresión paralizando temporalmente los músculos.

Se puede inyectar en concentraciones extremadamente pequeñas y funciona mediante la prevención de las señales de las células nerviosas que llegan a los músculos, dejándolos sin instrucciones para contraerse, es decir, “paralizando”.

El botox inyectado evita la liberación de acetilcolina (neurotransmisor que hace que las células musculares se contraigan), es decir que previene la contracción de las células musculares. El efecto causa una reducción en la contracción muscular anormal que permite que los músculos se vuelven menos rígidos.

Además de su fama ligada a la desaparición temporal de arrugas y líneas en la cara por el envejecimiento. El botox puede ser útil para tratar una variedad de condiciones médicas que van desde las migrañas, el exceso de sudoración, o problemas de fuga en la vejiga. De hecho, hoy, hay más de 20 condiciones médicas que se están tratando con el botox.