El Botox es el nombre más común por el que se conoce a la toxina botulínica. Esta toxina puede ser inyectada en un músculo específico, con el objeto de debilitarlo y anular temporalmente su función. Se viene utilizando con eficacia y seguridad desde hace más de 10 años asegurando un tratamiento poco invasivo para el o la paciente.

Contrario a lo que la mayoría de las persona piensa, la Toxina Botulínica surgió para tratar afecciones distintas a las cosméticas. Sin embargo, se fue haciendo más popular por formar parte de un tratamiento novedoso que se realiza sin necesidad de un bisturí y de esta forma puede eliminar arrugas y flacidez facial.

La aplicación de Botox se ha convertido en la alternativa preferida de muchas mujeres y hombres, y pasó a ser un gran aliado de la cirugía estética en la actualidad. La cirugía plástica es comparativamente mucho más cara, dolorosa e incómoda, se tarda más tiempo en sanar, y viene con la posibilidad de complicaciones. Botox es un tratamiento al alcance del bolsillo de las personas, indolora, no requiere tiempo de curación y no tiene complicaciones asociadas.

El botox tiene diferentes usos terapéuticos y ha sido utilizada durante muchos años, extendiéndose al campo de la cirugía estética. En Dermapiel te ayudaremos con todo lo necesario para que te decidas por realizar un tratamiento con toxina botulínica. Puedes visitar https://www.dermapiel.cl/

El tratamiento con botox va desde los $ 150.000.

¿Qué es el la toxina Botulínica?

La toxina Botulínica, es una proteína purificada, estéril que es producida en el laboratorio y procede de la bacteria Clostridium botulinum. Este elemento puede ser administrado por pliegues. Es utilizado muy comúnmente para los pliegues prominentes de la frente, arrugas del entrecejo y en las comúnmente conocidas como patas de gallo. Este elemento también ha sido también utilizado sucesivamente para tratamientos de dolor de cabeza por migrañas, sudor excesivo y espasmos musculares en el cuello y en los ojos en los centros dedicados al bienestar.

Para quién esté interesado en realizar un tratamiento, lo ideal es hacerlo por etapas y los principales pasos a seguir son:

Pasos a cumplir:

• Evaluar las expectativas del paciente.
• Evaluar la historia clínica y el estado de la piel.
• Explicar los resultados esperados del tratamiento de rejuvenecimiento facial
• Preguntar al paciente acerca de alergias, o si está tomando medicamentos al momento de realizar el tratamiento y otras posibles contraindicaciones.

Los tratamientos con la toxina botox varían de acuerdo con el cuadro clínico del paciente. Sin embargo, les permiten liberarse de los malestares por largos períodos. Generalmente los tratamientos se realizan cada 6 u 8 meses, y en algunos casos cada año.